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jueves, 5 de diciembre de 2013

Buscando la esencia del Buergeranium

Hoy voy a contaros la historia de un arce buergeriano que lleva conmigo ya casi 5 añitos y que ha sufrido una transformación bastante radical este último año, ya que tras varios intentos de encontrar el estilo apropiado para él, no daba con la tecla. Por eso he titulado la entrada: "Buscando la esencia", lo entenderéis en breve.
Está enraizado en roca y estaba así cuando lo adquirí en mayo de 2008:


El primer año me dediqué tan solo a cuidar de él y dejar que se aclimatase.  Era mi primer arce y necesitaba aprender los cuidados de esta especie. No tenía muy claro de si en Córdoba iría bien, pues los palmatums desde luego no funcionan demasiado bien aquí. 
Suerte que esta especie no es tan exigente con el riego y las altas temperaturas, pues después de un año, el vigor había aumentado considerablemente y la siguiente primavera brotaba así:



Hora de pasarlo a una maceta mayor, lo trasplanté al año siguiente pues la maceta se le iba quedando pequeña y necesitaba que tuviese espacio para que brotara con fuerza, pero no lo trabajé, de momento me dediqué sólo a mejorar su cultivo, tan solo quité algunas ramas que salían perpendiculares y sobraban. 




Después de unos meses, debido a una de esas ciclogénesis espontánea (jeje vaya nombrajo) el pobre arce sufrió una caída accidental y se rompió la maceta y entonces aproveché para cambiarla, en un trasplante de urgencia en pleno mes de diciembre,  a otra maceta que me había regalado mi amigo, Anza. 



Y aquí ha estado todo el tiempo tranquilito, hasta que en un curso con Nacho Salar, nos decidimos a darle otro aire pues no dejaba de ser una bolita insulsa que no transmitía absolutamente nada, muy mona pero muy sosa. Pues cambio radical.....y trasplante en enero de 2012.


Optamos por un estilo inclinado, para lo que tuvimos que suprimir una de las raíces que abrazaban la piedra, (la que veis en la foto anterior a ésta y que sale al frente) entre otras cosas porque se la estaba comiendo prácticamente. Así dejábamos ver esa piedra que queda bastante bien.

Resultado de la brotación primaveral en 2012, ummm me gusta mucho!!!



Como veis. el árbol ha mejorado mucho y ha dejado de ser una escobita insulsa, para adquirir un carácter propio que lo hace diferente y único.

El otoño nos regalaba esta imagen cromática que tanto anhelamos en los arces. Así fue a la exposición de otoño de la ACB en noviembre de 2012. No estaba otoñado completamente, pero es que aquí eso ocurre ya casi a mediados de diciembre.



Diciembre de 2012: nuevo retoque para seguir redefiniendo ramificación secundaria y terciaria.



Y por último, tal y como está ahora, en marzo de 2013. Ya ha brotado y ha sido pinzado para evitar alargamientos de entrenudos.


Bueno, hasta aquí lo que podemos contar de este pequeño arce que cada día me gusta más. Espero que os haya gustado su transformación. Vuestras sugerencias para mejorarlo, serán bien recibidas.

Actualizo para que veáis cómo quedó en la Exposición de Intercaza 2013, que tuvo lugar en octubre.



Un abrazo

May Martínez

Serissa Phoetida

Por mi propia experiencia, he llegado a la conclusión de que las serissas tienen muy mala fama pero no son difíciles de mantener, con unos mínimos cuidados. Después de cinco años sin matar a la mía, ahora lo veo un poco más claro.

Sí aconsejaría, no obstante,  no iniciarse en el mundo del bonsái con ellas, pues ciertamente te dolerá la cabeza. De hecho, esto fue lo que me pasó a mí. Mi hermana me regaló una bonita serissa con toda su buena intención y que no creo que me durase más de 2 meses.....lo cual me traumatizó bastante. 

Un día viéndolas en el Carrefour, me propuse comprarme una de ellas para tratar de hacerme con su cultivo, pues ciertamente, cuando están en floración son espectaculares, además de por aquello del amor propio.

De los dos primeros años tras su compra, no tengo fotos, imagino que no apostaba mucho por ella, jeje...no, es broma, es que tuve un accidente informático y murieron conjuntamente con mi portátil.

Fue adquirida en septiembre de 2007 y la aguanté viva hasta primavera, cuando la trasplanté. Ese es el gran problema de los árboles comerciales, el pésimo sustrato que traen, que las condenan a la muerte sin oportunidad alguna.

La primera foto que tengo es esta, ya trasplantada y como veis con un buen vigor. Os recuerdo que aquí ya llevo casi dos años con ella, se puede decir que más o menos había pasado el peligro. Y yo, a estas alturas, ya tengo claras un par de cosas: que no le gusta el frío ni el calor intenso y que detesta las corrientes de aire y que la muevas de su sitio, jeje tienen una fuerte personalidad....


Estas raíces, no me terminaban de gustar, de momento se quedan, pero me lo voy pensando...


El estilo escogido para ella, ha sido una escobita desde el principio y aún sigue así. Aquí la trasplanté por segunda vez en abril de 2009 y la puse en akadama 100%, lo cual le gustó bastante, fijaros el tironcillo que pegó.



Después de un par de añitos más volví a trasplantarla a una maceta algo mayor y como me temía, las raíces aéreas fueron eliminadas.


Y ahora, los cuidados básicos y la compensación: esas florecillas blancas que le han dado el sobrenombre a este árbol como el "árbol de las mil estrellas"




Nos plantamos ya en abril de 2013. El sustrato me estaba pidiendo un cambio, por lo que ha sido trasplantada por tercera vez. Esta vez he añadido un poco de pómice (20%) a la akadama, para facilitar el drenaje y evitar que la akadama se dregrade antes. 

Previamente, la trabajé un poco pues aunque le había estado dando los cuidados básicos, lo que se dice trabajarla regladamente, nunca lo había hecho y eso hacía que algunas zonas internas estuviesen secas por falta de luz. Además de cruces y más cruces de ramas, completamente antirreglamentario...

Este año se queda en esa maceta, más adelante le buscaremos algo más mono, ya se lo va mereciendo, la pobre.




Aclaré entonces y dejé ver mejor la estructura del árbol, que así se encontraba muy oculta y hecha una pelota. Creo que dejar ver la ramificación ha sido un acierto, le da un toque más interesante al árbol. También he descubierto el nebari que tenía oculto, que también le da algo de caché y le he dado una ligera rotación para exhibir mejor el tronco.


Sólo lleva algo menos de un mes trasplantada, y ya está densificando estupendamente. Os pongo la foto de cómo se encuentra a día de hoy.





En resumidas cuentas y concluyendo. Si os compráis una serissa para experimentar, compraos la primera, lo más barata posible y si no se os muere......dad el paso, jeje.

Un abrazo
May Martínez