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miércoles, 3 de noviembre de 2010

Ikebana. La Flor y la Vida.

Queridos lectores:
Hoy nos toca hablar del Arte Floral Japonés, también conocido como Ikebana.
He recopilado alguna información sobre este tema, para intentar acercaros a este bello y relajante arte.
Comenzaremos por una breve introducción sobre su origen.
El Camino de las Flores, del japonés Kado, donde Ka tiene el mismo sentido que Hana (flor) y Do significa camino, es como originalmente se conocía en Japón el arte de los Arreglos Florales o Ikebana.



La palabra Ikebana deriva de Ikeru (hacer vivir, llegar a la esencia de algo) y Hana, flor, (que se pronuncia como bana). Ikebana quiere decir: «dar vida a la flor», «vivificar las flores», expresión muy utilizada por las Academias Sanguetsu. En el contexto oriental, la palabra flor (Hana) incluye toda especie de plantas: ramas, hojas, hierbas, raíz, musgo, etc. Todo esta incluido en esta idea de vivificación floral.

La presencia de flores transforma un ambiente, modifica a las personas, vitaliza toda la atmósfera. Es como si su espíritu lo penetrara todo. La convivencia con las flores perfuma la naturaleza humana.

SU ORIGEN RELIGIOSO

El Arte Floral nació en Oriente, con el propósito de expresar ciertos conceptos filosóficos de la religión budista. Todo lleva a creer que su cuna fue la antigua India. La tradición nos habla de monjes hindúes que fueron los primeros en recoger cuidadosamente las flores dañadas por ventiscas o marchitas por el calor para cuidarlas, en un intento de mantenerlas vivas.

En los templos budistas se colocaban delante de la imagen sagrada del Buda ofrendasde ramos y flores simples, o miniaturas de jardines en recipientes de bronce. Pero el sentimiento presente en estas ofrendas comenzó a expresarse en la manera en que eran colocadas las flores. La rama central y más alta apuntaba hacia el cielo; al lado de ese núcleo se agrupaban los otros tallos, a derecha e izquierda, de forma simétrica, y un tercer grupode tallos más bajos alrededor del centro servían de soporte para mantener la unión del conjunto.

SU HISTORIA

El primitivo arte de los Arreglos Florales, que los monjes budistas ofrecían como sacrificios o como regalos honoríficos en los templos, se radicó en Japón, donde fue desarrollándose, diversificando sus reglas y creando nuevos estilos. Este desarrollose debe al espíritu artístico y a la simplicidad y sensibilidad del pueblo japonés en relación al medio ambiente y a las plantas, cuidadas y protegidas con mucho celo y respeto. También contribuyó la inmensa variedad de flores existentes en ese país, hoy conocido como el «jardín del mundo», o el «país de las flores».

Fue en los inicios del siglo VII cuando este arte llegó a Japón, a través de Chinay de Corea, casi simultáneamente al budismo, cuando el príncipe Shotoku Taishi envió la primera misión japonesa a China que trajo libros clásicos, obras de arte y enseñanzas sobre la «Ceremonia del té», el «Tiro con arco» y el «Arte floral».

Entre los siglos VI y XV se crearon muchos estilos, como el Kenka, cuyos arreglos se ofrecían a los dioses, a Buda y a los seres queridos que ya no estaban en nuestro mundo. Otro estilo fue el Rikkwa, que significa flores erectas, por colocarse con precisión vertical como elevándose al cielo, como oraciones materializadas. Era un estilo con clase, austero, difícil, hecho en jarrones chinos y practicado sólo por los monjes y nobles. Se usaba para adornar los altares y ocasionalmente los palacios. El más reciente estilo, el «Sangetsu», fue creado por Mokiti Okada.





El proceso de popularización del Ikebana tuvo su inicio en el s. XVII, pero sólo a finales del siglo XIX se abrieron las primeras escuelas que permitieron el acceso a las mujeres (hasta entonces era practicado sólo por hombres).

LA TRANSMISIÓN DE LA ENSEÑANZA

Durante varios siglos, este arte fue transmitido en la práctica de maestro a discípulo, de manera oral, con pocas palabras, o a través de gestos mudos. Las enseñanzas eran guardadas en el más absoluto secreto, no sólo con respecto a los contenidos puramente espirituales, sino también respecto a las técnicas especiales, como por ejemplo los diversos medios para prolongar la vida de las plantas. En Oriente siempre se valoró la comunicación en silencio, la transmisión de corazón a corazón, con la intención oculta de no permitir que el discípulo aprendiese una lección de «memoria», sino que descubriese el espíritu del arreglo floral por su propia experiencia.

Tal vez ésta sea la razón por la que existen tan pocos textos sobre el Arte Floral y, además, normalmente se limitan a ilustraciones o sugerencias prácticas. En el siglo XVI se publicó el primer libro, que era prácticamente un código, en el que se enumeraban las cualidades fundamentales para aprender el verdadero Ikebana: paciencia, concentración, carácter, serenidad y espíritu dirigido simultáneamente hacia Dios y hacia la Humanidad.

Este sigilo fue quebrado en la actualidad con la publicación de una voluminosa obra ilustrada sobre el Ikebana, en cuatro volúmenes, del Maestro D. B. Takeda, pues él opina que el hecho de ser divulgados los conocimientos no perjudica el espíritu de la doctrina.

Pero pese a su empeño de exponer lo fundamental de las enseñanzas del Arte Floral, no consiguió transmitirlo de manera que pudiera ser asimilado enteramente de forma racional, pues tropieza en un límite allí donde se aproxima a la esencia, a la última instancia, aquel punto en el que nada más puede ser dicho ni enseñado, sólo vivido. Y no se puede aprender aquello que no se sintió y no se vivió. La verdadera enseñanza no puede ser expresada con palabras. Como dice Lao Tsé: «Aquel que habla, no sabe; aquel que sabe, no habla».





Así sucede particularmente con el arte oriental, ya sea con los arreglos florales, la pintura o el arte del arco, pues presuponen no sólo talento artístico, sino principalmente una actitud espiritual, adquirida a través de largos años de prácticas de concentración.

Según palabras del Maestro Bokuyo Takeda:

* El hombre y la planta son mortales y mutables; el significado y la esencia del arreglo floral son eternos.

* Se debe buscar la forma exterior a partir del interior.

* El material usado no tiene importancia. Sólo el pensamiento correcto conduce a Dios; se deben ofrecer sacrificios teniéndolo en mente.

* La belleza, unida a la virtud, es poderosa.

* La simple belleza no lleva a nada; ella sólo se completa en unísono con el sentimiento verdadero».

* El correcto trabajo con las flores sutiliza la personalidad.

* Reine en su casa con paz, autocontrol y justicia.

* Siga de modo obediente la autoridad y a sus padres.

* No sea negligente en el hogar ni en la profesión.

* Cultive la amistad con sinceridad y nobleza de sentimientos.

EL SIMBOLISMO DE LAS LÍNEAS O EL PRINCIPIO DEL TRES

El principio del tres, que constituye la base del Arreglo Floral, tiene su origen en el budismo.

Es un principio espiritual con un significado cósmico. Se representa por tres líneas maestras, definidas con ramas y hojas, que dan la forma de lo que se quiere expresar con el arreglo. De la armonía y equilibrio de estas tres ramas principales depende la belleza del conjunto.





Existen variaciones sobre el simbolismo del tres. Una de las versiones considera los tres principios:

* Zen (cielo, el ramo más alto).

* Jin (hombre, el ramo medio).

* Tchi (tierra, el ramo más bajo).

Según esta versión, el hombre está situado entre el cielo y la tierra. Recibe su alimento espiritual del cielo y su soporte son las raíces terrestres, de modo que al mismo tiempoes uno con el Corazón Universal y con el Fundamento Primordial, y vive a partir de su propio centro, que para él equivale al centro del mundo. Nuestra individualidad sintetiza la verdad del cielo. La fuerza que hace crecer las flores es la misma que conduce el arreglo floral.

El discípulo de Ikebana debe trabajar hasta conseguir la armonía de estos tres principios: la unión del corazón de la flor con el corazón del hombre y el corazón del Universo, que son una misma cosa. De este modo vivirán en comunión esencial con la planta y con todo el Universo.

Otra versión, adoptada por la academia Sangetsu, de vivificación floral en relación al simbolismo del tres, considera que el Sol, la Luna y la Tierra son las fuentes de energía que garantizan la vida de todo lo manifestado en nuestro planeta.



EL AMBIENTE Y LOS REQUISITOS

En el ambiente donde se realiza el Arte de las Flores debe mantenerse una rigurosa vigilancia del orden, de la limpieza, del silencio y de la quietud, pues en su origen, el recinto donde se hacían los arreglos florales era sagrado, concepto que se mantiene hasta hoy. Por más simple que sea el recinto, éste queda consagrado a través del arreglo floral, si éste se hace con «verdadero espíritu». Debe evitarse cada ruido innecesario, cada movimiento brusco, y las plantas y herramientas deben manipularse en un silencio casi absoluto.

Como el principal requisito es la unión con el corazón de la flor, es natural que no se converse durante el trabajo y toda agitación esté prohibida. El principiante se ve así obligado a prestar atención al corazón de la flor. En primer lugar, para tocarla de forma correcta y en segundo lugar para vivir con naturalidad en su propio corazón.

La concentración es una condición indispensable para disponer las flores con calma interior. Además, el discípulo debe aprender a ser humilde y aceptar cuantas veces fuese necesario el rechazo por parte del Maestro del trabajo realizado, pues así aprenderá a tomar conciencia de sus errores. Además, la concentración es fundamental en cualquiera de las expresiones del arte japonés, como el Teatro No, el Arco y la Flecha o la Ceremonia del Té.

LA TÉCNICA

Los métodos más antiguos del arreglo floral, por ejemplo el Rikkwa, con plantas moldeadas en cajas de arena y colocadas en los salones o jardines de los templos, se fueron modificando y embelleciéndose con el correr del tiempo.

Hoy la forma triangular se mantiene como patrón básico, aunque permite en estadios más avanzados la técnica de la simplificación, que utiliza sólo dos líneas: el Jitsu (Sol) y el Tchi (Tierra). En la fase de perfeccionamiento el arreglo floral se va tornando cada vez más simple, pudiendo llegar a hacerse con una sola flor.

En el modelo triangular básico, tenemos las siguientes variaciones:

1. Moribana. Forma de arreglo que utiliza floreros bajos y anchos. Con un soporte para fijar las flores, puede reproducir paisajes. Esta es su estructura y modelo básico.

2. Nageire. Es la forma de arreglo que usa floreros altos y cilíndricos. Esta es su estructura y modelo básico.

En cualquiera de estas variaciones, conforme sea la inclinación del triángulo, el arreglo puede ser vertical, oblicuo, horizontal o colgante, como muestran las ilustraciones anexas.

REGLAS BÁSICAS DE LA ACADEMIA SANGETSU:

1. Vivificar con naturalidad: no forzar nunca las flores, realzar sus características y obedecer la naturaleza de cada planta. Usar preferentemente las flores de la estación.

2. Vivificar inmediatamente: después del corte de la flor, manipularla lo menos posible, de lo contrario perderá su vitalidad.

3. Vivificar las flores pensando en la armonía: hacer el arreglo considerando el local donde va a ser colocado, los muebles, el colorde las paredes. La flor, el florero y el ambiente deben estar en armonía, para realzar el valor artístico del Ikebana.

Como todo arte verdadero, el Arte Floral también tiene dos aspectos: el metafísico y el práctico, el suprarracional y el racional. La técnica del Ikebana consiste en escoger las flores, el florero, ser hábil en el manejo de las herramientas, en las proporciones armónicas del arreglo y del florero, en los ángulos de inclinación. Pero la mera maestría técnica no satisface. No nos permite entrar en el misterio del arte, en nuestro propio misterio, más allá de la técnica.

La propia vida es un arte, y para eso no basta una buena técnica del buen vivir. Es necesario comprender su significado, sus misterios. En lo profundo de nuestra conciencia hay Algo que aguarda ser descubierto. Tal vez sea hacia allí hacia donde nos lleva el «Camino de las flores».

Bibliografía

•El Zen en el arte de la ceremonia de las flores, Gusty L. Herrigel. Ed. Pensamiento
•Revistas especializadas de Ikebana, Academia Sangetsu.
Zelma D. Costa

Fuente:http://www.monografias.com



jueves, 28 de octubre de 2010

Ikebana

En la III Quedada Bonsaisur de este año 2010, hemos asistido a una demo de Ikebana a cargo de la Maestra Michiko Iwakura de la Escuela Kohji de Tokio (Japón) y me gustaría compartir con vosotros lo allí vivido.

Comenzamos con lo que son las Reglas básicas en Ikebana:

Las reglas básicas son sencillas, consisten en la presencia de tres elementos: shu, el cielo, a partir del cual surge todo; kia ku, la tierra, la base sustentadora; y fu ku, el hombre, intermediario entre los dos anteriores. Cada uno de ellos puede tener sus auxiliares.

Los materiales con los que se trabaja son plantas y flores. Kia ku, la tierra, está representada obligatoriamente por una flor; los otros dos, son de libre elección, según el arreglo.

Los elementos técnicos a tener en cuenta son:
1. Los ángulos de inclinación, tanto en sentido frontal como en el lateral.
2. Cualesquiera de los elementos, tomados de tres en tres, deben formar triángulo.
3. No debe haber superposición (según la visión frontal para la que está destinado el arreglo).
4. Es fundamental la creación de vacíos, porque de ellos depende la aparición del espacio.

El material que necesitaremos es:

Un suibán o recipiente similar.





Un kenzan y tijeras especiales para cortar las flores.





Y unas flores: en este caso se han utilizado crisantemos y ramas de camelias.

Voy a ver si soy capaz de explicaros (sin meter la pata) las reglas básicas de un arreglo floral Tipo Moribana.

Comenzamos con la composición:
Echamos agua en el suibán y colocamos el kenzan en un lado de la bandeja (nunca centrado).
Después vamos colocando las ramas:

Empezaremos por el cielo. Es la línea más alta y se coloca de forma vertical. La vara debe tener una longitud resultante de sumar dos veces el diámetro del vaso (o algo más) y su altura. Medimos y cortamos. Y la clavamos en la parte de atrás del soporte. El ángulo de inclinación hacia delante debe ser de quince grados. Las flores deben mostrarse ligeramente ladeadas.




En segundo lugar nos ocupamos de kia ku, la tierra. Tomamos la segunda vara y la cortamos para que su longitud sea un tercio de shu. La pinchamos delante del soporte, con una inclinación de cuarenta y cinco grados en sentido frontal, y con una abertura de veinte grados en sentido lateral (a derecha o izquierda, según nos pida).
Sería algo así:







Y ahora colocamos los auxiliares. Primero los de shu, que serán dos: el alto y el bajo, uno a cada lado. El alto mide la mitad de shu; y el bajo, un tercio. El ángulo de inclinación de ambos es libre.
En este punto, hay que volver a recordar que todos los elementos, tomados de tres en tres, deben formar triángulo; por ejemplo, ahora, shu con sus dos auxiliares. A la vez, hay que intentar ir cubriendo el kenzan, para que cuando el arreglo esté acabado no se vea, o al menos se disimule lo más posible.
Y para terminar colocamos el auxiliar de kia ku, que será una flor. Se fija en el soporte entre medias del resto de los elementos. De nuevo, tampoco hay reglas respecto a su longitud e inclinación; lo que pida el conjunto. Eso sí, sin olvidar nunca los principios generales.

Luego hay que echar agua hasta cubrir el kenzan y debemos taparlo lo mejor posible con musgo, piedrecitas, hojas o de todo un poco.
Y el resultado final:





Otros ejemplos de Moribana:






Estilo Nageire:

El estilo “Nageire” pone de relieve la habilidad del autor en realizar una creación que sugiere el desarrollo natural del material floral utilizado. De esta manera, el arreglista tiene la oportunidad de expresar su propio concepto artístico. De acuerdo con este estilo de Ikebana, las flores deberían estar dispuestas en un vaso con la mayor naturalidad posible, independientemente de los elementos florales empleados.


En nuestro caso, la Sra. Michico fue a buscar ramas de palmatum, yamadoris (originarias del cortijo de Aku), como podéis observar en la foto.



Entre las innovaciones introducidas con el nuevo estilo “Nageire,” figuran, en primer lugar, la de que el tallo de la flor se mantiene separado para denotar su desarrollo natural; en segundo termino, la de que ramas y tallos pueden entrecruzarse mutuamente, asi con ello se resaltan las características naturales de las flores, y por último, la de que el “Nageire” asigna gran importancia a las partes individuales del arreglo como también al conjunto, recurriendo, por ejemplo, al corte de hojas, ramas, e incluso flores, si ello resulta necesario para mejorar el efecto del conjunto realizado.




El concepto fundamental esta siempre resaltado: la belleza debe ser buscada sin recurrir a la artificialidad.





Encontrar y expresar la belleza natural en todo lo que se halla a mano constituye el fin y el propósito del estilo “Nageire,” forma simple y natural del arreglo floral.

Otros ejemplos de este estilo:




Estilo Freestyle:
Aquí es cada maestro quien deja volar su imaginación.No hay reglas, como en los anteriores, aunque se rige por los mismos principios que los estilos básicos.
En este caso fueron utilizados como materiales: corcho, esparragueras y flores de anturios.








Por último, para finalizar, fui requerida para una ayudantía en un freestyle con Miguel Ángel, qué ilu!!!
Bueno, yo sólo sujetaba las flores, jaja...
Se utilizaron juncos y Flores ave del paraíso.










Y como vieron que sujeté tan requetebién......me dejaron hacer uno a mí solita (que luego cambió entero la Sra. Michico, upssss)









Y para finalizar este artículo-reportaje, os pongo el freestyle que hizo mi amigo Billyw, también solito.
(aunque el mío quedó mucho más mono...dónde va a parar!!!! tongue tongue tongue )






Bueno, pues esto es todo lo que he aprendido. Espero que os haya gustado.
Cuando vaya profundizando en este arte, os iré ampliando.

May Martínez

miércoles, 27 de octubre de 2010

Taller con David Benavente


Los pasados 23 y 24 de Octubre de 2010, acudimos a un taller con David Benavente en Jerez. Dicho taller fue organizado por la Asociación jerezana "El Pinsapo".

David se mostró sumamente cercano y didáctico y aprendimos muchísimo de un hombre que para mí, está dentro del grupo de los mejores de España, sin duda.

Aquí lo veis trabajando una sabina que me llevé y que quedó muy chula.


Éstos son algunos de los árboles que los asistentes al taller llevamos para trabajar.



Aquí dando las indicaciones a Luis Benítez, presidente de la Asociación Jerezana.

Uno por uno, fue pasando y dándonos las indicaciones de diseño y trabajo para nuestros árboles.

Mientras trabajaba, nos iba dando una clase magistral sobre diseño, sharis, alambrado....



Aquí con mi arbolito.

Resultado final del trabajo que le realizó Lopez21 a su junípero itoigawa.

Los autores posando orgullosos, no es para menos.

Foto recuerdo del momento, también para mí.

Durante la mañana del domingo, David Benavente nos hizo una demostración sobre un pino silvestris. Le practicó un shari para contrarrestar un defecto que tenía el pino en su tronco y así disimularlo.


Nos estuvo explicando la forma de pinzar las distintas especies de pinos y en qué momento las realiza él.


Aquí liado con el shari.

Alambrado y colocación de ramas, una vez limpio de agujas el pino trabajado.

Resultado final.



Espero que os haya gustado. Nosotros por nuestra parte lo hemos disfrutado enormemente. Esperamos repetir algún día con este gran maestro.

Un saludo


May Martínez